lunes, 30 de junio de 2014

TS Nro 1

Este primer número de TERCIOPELO SUBTERRÁNEO se viene con la nota de tapa dedicada a un grande entre los grandes: nuestro querido John Lennon. Es fácil caer en los espacios comunes cuando se habla de él, pero es imposible no decir que revolucionó la música: primero con The Beatles y luego al lado de su amada Yoko, con una serie de álbumes experimentales, tan olvidados como geniales. Entrevistamos a Jorge Cueto, de Año Luz, una banda cordobesa que hace más de treinta años la brega día a día. El viejo Burroughs ocupa nuestra sección de literatura, con su universo alucinado y siniestro. Que lo disfruten Maestro John. Por E.G. El gran John Lennon hubiera cumplido el 9 de octubre pasado 71 años. En estas páginas una síntesis de la vida y obra del músico que revolucionó el rock. Infancia y después Durante un bombardeo alemán sobre Liverpool, el 9 de octubre de 1940, nacía John Winston (que luego cambiaría por Ono) Lennon. A los cinco años sus padres se separaron y fue obligado a elegir con quién se quedaría: eligió a su padre, pero minutos después salió corriendo detrás de su madre. Julia de vida de trotamundos, lo depositó con la célebre tía Mimi, que se encargó de cuidarlo y educarlo. Desde pequeño dio muestras de su genio cantando y dibujando. De carácter rebelde, durante la adolescencia se cansó de meterse en problemas, emborrachándose y rompiendo cabinas telefónicas. A los quince años, apareció Julia en su vida nuevamente y fue la responsable de la compra de su primera guitarra. John formó su primera banda (The Quarrymen) a la que poco tiempo después se unió un gordito simpático: el mismísimo Paul McCartney. Por esa época la tragedia golpeó su vida. Julia moriría atropellada por un policía en estado de ebriedad. Este dolor, lo marcó de por vida. En el álbum blanco, hay una canción muy triste llamada Julia. Y el último tema de Plastic Ono Band, con letra de Lennon sobre una canción infantil tradicional inglesa (Tres ratones ciegos) se llama My mummy is dead. The Beatles Llamados The Silver Beatles, con Harrison en la 1era guitarra, Stu Sutcliffe en el bajo, McCartney todavía en la guitarra, Pete Best en la batería y John como guitarra rítmica y líder, se fueron de gira por Hamburgo. Tocaron en tugurios de la zona de los prostíbulos, llenos de anfetaminas, y según declaraciones de Ringo Starr (que los vio tocar un par de veces): “Parecían una banda proto-punk”. Juntaron experiencia tocando en vivo y volvieron a Liverpool para tocar en The Cavern. Allí, los descubrió el productor musical y dueño de una tienda de discos Brian Epstein, y el destino pegó un giro. Epstein los convenció para que dejaran las ropas de cuero, los chistes, insultos y golpes sobre el escenario. Se vistieron con trajes y posaron de chicos buenos. Cambiaron a Best por Ringo y, después de varios rechazos, lograron grabar bajo la producción de George Martin (quien se volvería inseparable; también llamado “el quinto Beatle”). En 1962 salió el simple Love me do que en pocas semanas se agotó. Allí comenzó la época de la Beatlemanía en el Reino Unido, que se extendería a EE.UU. y a todo el mundo, a principios del 63. The Beatles significaron para el país del norte el fin del duelo por la muerte de Kennedy. Al mismo tiempo, y en años convulsionados, los Beatles fueron la esperanza y la luz (quizá una especie de revelación) para millones de jóvenes alrededor del planeta. Hablaban de libertad y amor, y lograron con un puñado de canciones, captar el zeitgeist, el espíritu del tiempo. Oh! Yoko En 1966, The Beatles dejó de tocar en vivo. Las presentaciones se parecían a un circo, con millones de fans aullando y arrojándoles cosas. Su música, además, estaba virando hacia la experimentación (con otros instrumentos, tiempos y sonidos) y pronto llegarían gemas como Abbey Road y The Beatles (posteriormente llamado Álbum Blanco). Pero la historia había cambiado y ellos también. Ese mismo año, John Lennon conoció a Yoko Ono, una artista japonesa que exhibía sus obras en una galería de Londres. Yoko, al igual que John con Chintya Powell, estaba casada con Tony Cox y tenía una hija, Kyoko. La pareja comenzó teniendo encuentros de tipo amistosos y de charla intelectual, hasta que un año después Yoko se fue a vivir a la casa de Lennon. Allí grabaron tres discos experimentales: Unfinished Music Number 1: Two Virgins, Unfinished Music Number 2: Life With Lions y Wedding Album. Todos ellos eran de tipo autobiográfico y contaba las aventuras de la pareja desde que se fueron a vivir juntos hasta su casamiento. Los tres fueron repudiados por el público y la crítica. Sin embargo, era una muestra más de la ansiedad de Lennon por hacer de su vida y obra, una sola cosa, una comunión, a la manera de los poetas románticos o la generación perdida o la generación beat. Lo cierto es que después de estos tres álbumes y de la terapia del “grito primal” con el doctor Arthur Janov, Lennon sacó su primer álbum solista Plastic Ono Band, considerado uno de los mejores de la historia del rock. Ya en la década del 70, se inclinaría más hacia lo comercial, con discos como Imagine o Mind Games. Cuando tuvo a su segundo hijo, Sean, se recluyó en el Dakota (edificio en Manhattan, en el que Polanski había grabado El bebé de Rosemary) y se dedicó a criar al recién llegado. Yoko se encargaba de administrar su fortuna (que por aquel momento ascendía a los 200 millones de dólares) y él horneaba pan. En diciembre de 1980, un fanático lo mató en la puerta del Dakota y creó un mito, una leyenda, que se agiganta con los años y amenaza con no desaparecer. White Album. Por E. G. The Beatles, llamado posteriormente White Album, es un disco que sigue siendo moderno. De mayo a octubre de 1968, mientras las relaciones del grupo se iban resquebrajando, los Beatles se metieron a Abbey Road a grabar un disco doble. Habían abandonado la psicodelia del Sargent Pepper para recrear una gama de colores a través de la música, que iban desde la simple balada acompañada por la guitarra (Julia, Blackbird), hasta la experimentación con Revolution 9, pasando por el rock and roll de los cincuenta (Back in the USSR) y los rocanroles furiosos acicateados de blues, como Yer Blues. De regreso Por la época en que los Beatles grabaron el álbum, había una campaña en Inglaterra que rezaba: “Vuelvo a Gran Bretaña”. Y el título de Back In The USSR nació de un comentario irónico hacia eso. La canción está influida, en lo musical, por dos grandes: los Beach Boys y Chuck Berry. De hecho Berry tenía un rocanrol que se llamaba Back In The USA y McCartney pretendió dar la contrapartida (que dicho sea de paso, causó gran alboroto en los sectores conservadores de los EE.UU). Los coros son un homenaje a los Beach Boys y Paul juega en un verso (“Moscow girls”) parafraseando a las “California girls” de esta banda. La referencia a Georgia (además de la ambigüedad: ambos países tienen estados con ese nombre) remite al clásico Georgia on my Mind. Un chico perdido en Interzona. Por E. G. Sin duda su obra maestra fue Naked Lunch (1959), en el que mezclaba obras de la literatura universal, con párrafos salidos de sueños, rutinas cómicas: una red que no cuenta una historia precisa, pero que envuelve con imágenes terribles. Si bien Burroughs fue acusado de nihilista, él prefería ver su obra a la luz de la picaresca. Durante muchos años fue adicto a la heroína y aún en sus últimos días de vida, se chutaba morfina dos veces por día en su rancho de Texas. Su primer libro Yonqui (1953) es la autobiografía de un adicto tan bellamente narrada como una obra maestra, ciertamente es uno de sus mejores libros de escritura lineal. Burroughs se caracteriza por su experimentación con las palabras. “Destrocen las palabras, déjenlas en libertad”, dijo alguna vez. “Empezamos a descubrir un montón de cosas sobre la verdadera naturaleza de las palabras y la escritura cuando comenzamos a despedazarlas. ¿Qué son las palabras? ¿Hacia dónde van? El método de destrozo trata a las palabras como el pintor trata a su pintura, como un material crudo que tiene leyes y motivos propios. (…) El tipo de pintores y escritores que respeto son los que quieren ser héroes, desafiando al destino en sus vidas y en su arte”. Y así lo fue para muchos, artistas, rockeros, poetas, que lo consideraron un ejemplo a seguir y una especie de guía espiritual. Primero, fascinó con su estilo de vida a Jack Kerouac y Neal Cassidy. El primero lo incluyó como personaje en su gran novela En el camino (1954), como Old Bull Lee, el viejo experimentador con drogas y maestro de beatniks, que daba clase a quien quisiera oírlo. Luego sedujo a todo el mundo under del rock: desde Patti Smith a Kurt Cobain, pasando por Lou Reed y David Bowie. Con Cobain grabarían el disco “The Priest They Call Him” con la guitarra distorsionada del músico de fondo, mientras Burroughs recita uno de sus cuentos, terrorífico y de un pesado humor negro. Burroughs intuyó que “la escritura estaba atrasada unos cincuenta años con respecto a la pintura”. Brion Gysin fue el instigador de esta teoría a la que Burroughs rindió homenaje utilizando en sus escritos el método del cut-up. Corte y pegado de textos que incluía trozos de las más célebres obras universales, junto a párrafos de cosecha propia. Burroughs es uno de los autores más importantes del siglo XX, tanto por su capacidad para la experimentación, como para la escritura lineal. Parece decirnos desde el más allá: “Sean valientes”. Un clásico cordobés. Por E. G. La historia de Año Luz empezó allá por diciembre del 75, cuando se juntaron Henry Garrido (1era guitarra), Alfredo García (2da guitarra), Daniel Álvarez (batería) y Jorge Cueto en bajo. “Nuestras influencias siempre vinieron desde el rock sinfónico. Yes, Crimson, Pink Floyd. Recuerdo que un amigo trajo de España Whish You Were Here. Nos voló la cabeza”. En el 79 la formación cambió y Oscar Mora y Mario Solca pasaron a los puestos de 1era y 2da guitarra respectivamente. Ya en los 80, Año Luz quedó conformado como un power trío con influencias del hard rock, con Zeppelin y AC/DC a la cabeza. “El guitarrista tenía toda la impronta de Agnus Young. Se vestía con unas bermudas de cuero, una gorrita; se tiraba al suelo para tocar”, recuerda Jorge con una sonrisa. “En esa época todo era rock en Córdoba. Ibas a una peña y tocaba una banda de rock. EN los centros vecinales, tocaban bandas de rock. No había cuarteto. El cuarteto llegó en el 85, 86. Tampoco había bandas de covers”. La década del 80 trajo la democracia y aires de libertad se respiraban en la Docta. Desde el 82 al 85 se hizo el Córdoba Rock, que duraba 5 días. Actuaban de 10 a 12 bandas por día y llevaba unas tres mil personas. Jorge Cueto es el autor del clásico Quién se ha tomado todo el vino, tema que la Mona versionó en el 86 y se convirtió en un himno cordobés. “Los martes y jueves ensayábamos. Y los sábados nos reuníamos con Mario Altamirano (guitarrista, que entró en la banda de la Mona en el 84) a armar temas. Esa mañana, teníamos una damajuana de vino, eran como las 10:30. A la una de la tarde no quedaba nada, ¡habíamos tomado tres litros de vino en menos de tres horas! Y jodiendo con eso, fue saliendo el tema”. Actualmente, Año Luz está formado por Robi Polizzi en batería, Ernesto Borgatello en 2da guitarra, Ezequiel Cueto en 1era, Matías Cueto en teclados y Jorge, firme en su bajo. Cuando le pregunto por su época preferida, me contesta con un brillo en los ojos que los 80. “En febrero del 83 habíamos armado con un productor, una fecha en el Estadio del Centro, con dos cantantes folk: Marcelo Stud y Miguel Medina. Fueron 1500 personas. Veíamos la cola desde arriba, para sacar La entrada”. Año Luz grabó su primer disco en febrero de 2009 en el Cosquín Rock. Invitados por un amigo de la UMI (Unión de Músicos Independientes), se calzaron los instrumentos y de una sola toma, salió Rockeando en Cosquín, que contiene 6 temas. Participaron Alfredo García en guitarra y Juancho Moyano en traversa. “Creo que el mejor rock de la historia es el psicodélico, el sinfónico. Para mí la música ha perdido musicalidad. Ahora creen que copn tres acordes ya está, y no es así”, sentencia Jorge. Año Luz es un ejemplo de la perseverancia. En sus 36 años de vigencia demostraron que se puede frente a todo designio y moda.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Twitter Delicious Facebook Digg Stumbleupon Favorites More