lunes, 30 de junio de 2014

TS NRO 2

Todavía un cross a la mandíbula. Por E. G. Desde el anonimato al Nobel, Hemingway supo forjarse una imagen de aventurero y díscolo que le reportó millones de lectores. Ernest Hemingway es uno de los mejores escritores de la literatura estadounidense. Con su escritura lacónica, sincera y metafóricamente autobiográfica, supo cultivar el éxito y seducir a millones de lectores en todo el mundo. Pero no siempre gozó de un buen hado. Cuando joven, en la segunda década del siglo pasado, se cansó de enviar manuscritos a las editoriales, que siempre lo rechazaban. No fue hasta 1929, con Adiós a las armas, que pudo disfrutar de la popularidad. Afecto a la aventura, durante la Primera Guerra Mundial se enlistó en el ejército, pero fue rechazado por su mala visión. Sin embargo, pudo conseguir una vacante en Italia como conductor de ambulancias. Poco después, se ofreció como voluntario en el servicio de cantina y empezó a repartir cartas, tabaco y chocolates a los soldados en el frente. Allí lo alcanzó una granada y fue a parar al hospital, donde conoció a Agnes, una enfermera inglesa de la que se enamoró. Este amor le sirvió de inspiración para su primer éxito editorial. Después de la guerra, Hemingway se fue a París y sufrió la pobreza; allí también trabó amistad con Ezra Pound y Gertrude Stein. Después del éxito, se dedicó a sus pasiones: las corridas de toros, la caza mayor en África y el boxeo. Cubrió la Segunda Guerra Mundial, la Guerra Civil Española (en la que también luchó). Se fue a vivir a Cuba y se dedicó a escribir y a pescar. En 1952 escribió, quizá, la obra que siempre quiso escribir: El viejo y el mar. En 1953 le dieron el premio Pulitzer y un año después, el Nobel. Volvió a EE.UU después de que ganó Castro en Cuba y vivió con su esposa en Idaho. Pero su creatividad fue mermando y en 1961 decidió poner fin a su vida. Atrás quedaron algunas de las mejores obras de la literatura universal. La Dama Blanca del blues. Por E.G. Janis Joplin le puso el cuerpo a la pasión, el desgarro y la entrega, en cada escenario que pisó. Nació el 19 de enero de 1943 en Port Arthur, Texas. Nadie hubiera previsto que esta muchachita tímida, con demasiado acné y tendencia al sobrepeso, se convertiría en la primera mujer estrella de rock allá por los sesenta. En el secundario se unió a una pandilla de beatniks y fue segregada por sus compañeros racistas, tildada de “amante de negros”. Ya se vislumbraba por aquella época que Janis tenía una mente más abierta que sobrepasaba el sentido común de sus pares. Comenzó a cantar a los diecisiete años, en bares de Port Arthur y Luisiana. Estudió Bellas Artes en la Universidad de Texas, hasta que en 1963 se mudó a San Francisco y tres años después, gracias a la conexión de Chet Helms (mánager de la banda) se unió de The Big Brother and The Holding Company. Por aquella época, San Francisco era un hervidero. El movimiento Hippie estaba naciendo y Janis se sentía fascinada por el ambiente musical. A diferencia de Los Ángeles, ciudad desarraigada y meca de la industria cinematográfica y discográfica, San Francisco destilaba creatividad, arte y rebeldía. Janis compartió cartel con bandas psicodélicas como Grateful Dead y Jefferson Airplain en Avalon Ballrroom, Fillmore East y Fillmore West, y en festivales al aire libre en el Hihg Ashbury (barrio joven y excéntrico de San Francisco) o en el Golden Gate Park. En 1967 Big Brother and Holding Company actuó con Joplin como cantante en el Festival de Monterey (se puede ver en la grabación de “Ball and Chain” de Big Mama Thornton, la entrega de Joplin y cómo dejaba boquiabierta a la audiencia). Allí compartieron escenario junto a Jimi Hendrix, The Who y Otis Redding y los vio el productor de Dylan, Albert Grossman, que los contrató. Viajaron a New York y grabaron el disco Cheap Thrills, que salió en agosto de 1968. A los tres días fue disco de oro y al mes vendió más de un millón de copias. Pero la fama empezaba a presionar a Janis Joplin: su carisma eclipsaba a la banda y por consejo (y apriete) de Grossman, decidió dejar Big Brother and Holding Company. Juntos reclutaron músicos y llamaron al guitarrista Sam Andrew (de la anterior banda) y formaron Kozmic Blues Band, que tenía un estilo más blues y más soul, que era lo que Janis quería hacer. Con su nueva banda, la cantante sacó I Got Dem Ol’ Kozmic Blues Again Mama, que recibió malas críticas. A esa altura, Joplin se había adicta a la heroína y los barbitúricos. Sin embargo, y con Grossman como mentor, formó una nueva banda: Full Tilt Boogie Band. Con ellos grabaría Pearl en septiembre de 1970 que saldría póstumamente. Janis Joplin es un símbolo de la rebeldía, del tesón y del amor. Amor por la música, su público, la vida.

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